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COCTELERÍA

Los orígenes documentados de la coctelería se alejan mucho a como la conocemos hoy en día, nació como remedio exclusivamente terapéutico y tuvo su origen en los monjes. El honor de haber creado lo que hoy en día conocemos como “coctelería” se le debe a la orden Benedictina del siglo XVI. Estos elaboraban aguardientes de hierbas con fines medicinales, este fue establecido como el inicio de su historia y va de la mano con la aparición de las bebidas destiladas.

Los bares y pubs han existido desde hace siglos en formas diferentes, pero la década de 1700 fue testigo de la apertura de un sinfín de tabernas y posadas en todo Estados Unidos, la gente buscaba un lugar donde relajarse y disfrutar de una bebida. En ese entonces los doctores recetaban licores con infusiones botánicas para cualquier malestar, desde indigestión hasta ictericia.

Junto con la revolución industrial y la emigración europea a los EE.UU la industria del alcohol despega, al mismo tiempo que la figura del bartender. El alcohol, aunque se utilizaba con fines recreativos, no dejaba de ser usado como tónico medicinal

En el año 1806 un cantinero de Nueva York, elaboró una bebida hecha con alcohol, azúcar, agua y amargos para el editor de un periódico local, quien lo elogió como un licor estimulante en su columna. Esta es la primera mención impresa de la palabra coctel.

Otro hecho importante fue la publicación del libro “La guía del Bartender” de Jerry Thomas (1862). Este libro consistió en la primera gran recopilación de recetas de cócteles, y sentó bases para la coctelería de nuestros días. De esta época provienen el Old Fashioned, entre otros clásicos de la coctelería.

La Ley Seca llegó a los Estados Unidos en 1920, teniendo una duración de 13 años, lo cual tuvo un gran cambio en la historia de los cocteles, pues las bebidas se producían clandestinamente, no tenían la misma calidad y eran difíciles de beber, esto provocó que se creara una nueva ola de cocteles llenos de sabores intensos que contrarrestaran los licores de mala calidad y los clásicos “tragos largos” como los highballs se volvieron muy populares. La ginebra se volvió muy conocida porque era más fácil de preparar en casa que el whisky. 

La cultura del cóctel despegó en el siglo XIX, cuando los bares y salones de cócteles se convirtieron en lugares de reunión populares, especialmente en ciudades como Nueva York y Londres. En ese momento, los bartenders se convirtieron en verdaderos artistas, creando mezclas innovadoras y elegantes.

Durante los 60´s el cóctel ya era un claro símbolo de estatus, amparado por el consumo de figuras de la farándula, muchas de las cuales inspiraron nombres de diferentes tragos y cócteles. Durante esta época se incluyeron nuevos ingredientes como el ron blanco, el vodka y el tequila importado desde México.

Posteriormente la coctelería experimentó un renacimiento con la llegada de la mixología molecular y la creación de cócteles más vanguardistas y artísticos.

Hoy en día, la cultura del cóctel es vibrante y diversa. Los bares y mixólogos de todo el mundo continúan innovando y creando nuevas mezclas y técnicas. La aparición de ingredientes artesanales, licores premium y la atención al detalle en la presentación han elevado el cóctel a una forma de arte y un estilo de vida.